Parece mentira que haya pasado un año ya! El tiempo es cruel e implacable... sentimos que los años pasan y que cada vez queda más lejos la última vez que compartimos con alegría las caricias y juegos con nuestro bello Napoleón.
Y cuando digo nuestro bello Napoléon es que era bello de verdad. Supongo que a cada padre-perruno le pasará lo mismo que ve a su hijo-perro el más guapo de todos. Pero es que Napo era super guapo con sus ojazos y su pelo suavito de terciopelo gris. Muy fotogénico él, siempre cariñoso y sobretodo lleno de vida y energía, incansable y siempre dispuesto a una aventura. Era un ser especial.
Siempre intentamos recordar a Napoléon con una sonrisa, con experiencias divertidas, con sus expresiones alegres, con sus destrezas y trucos, con sus miradas... Pero estos días no podemos evitar revivir el accidente y sus últimos días en el veterinario. Incluso Facebook nos lo recuerda con nuestras publicaciones de hace un año, cuando pedíamos a nuestros familiares y amigos que rezaran por él.
Nos pesa mucho el corazón y se nos ha hecho un poco cuesta arriba. Estos han sido días muy difíciles y tristes. Porque por muchos libros que leamos y por mucho que sepamos del duelo... nada más cierto que "la práctica es más difícil que la teoría".
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Un año desde que nuestro amado Napoléon falleciera. Y aunque hay muchas maneras de decirlo: que cruzara el puente del arco iris, que dejara su forma terrenal, que se convirtiera en un ángel de 4 patas ..... nada llena el vacío que él dejó. Cada maravilloso ser de cuatro patas que pasa por tu vida, ocupa un lugar único e irreemplazable en tu corazón. Y cuando se van dejan un enorme vacío.
Porque Napo era así de especial y porque su amor lo merece, quisimos hacer algo bonito, de recuerdo. Y pensamos que enviarle unos mensajes de amor era la mejor opción. Así que compramos 6 globos blancos, uno por cada año que compartió con nosotros y en cada uno escribimos un mensaje con rotulador.
A veces los perros tienen ese sexto sentido para saber cuando necesitas cariño. Rohan nos venía a dar lametones e incluso Flash se acercaba a olisquear los globos y a mirarnos con ternura como si supieran lo que estábamos haciendo.
Tenemos muchos recuerdos suyos en ese parque.
Un día de invierno estábamos jugando a la pelota y en un lanzamiento Napoleón no alcanzó a cogerla y se fue rodando hasta la fuente que como hacía muchísimo frío tenía una capa de hielo. Total que la pelota se fue a la mitad de la fuente y Napoleón que era valiente y un poco inconsciente se fue detrás de la pelota andando por la capa de hielo que empezó a resquebrajarse. Napoléon siguió caminando por el hielo un poco asustado ya hasta que alcanzó la pelota pero al volver el hielo se rompió y se fue al agua!!! Como no era capaz de salir tuve que ir a por él y así volvimos a casa los dos mojados y muertos de frío. Tras secarnos nos envolvimos en mantas cerca del radiador y nos echamos una siesta los dos abrazados.
Así que allí fuimos toda la manada, Juan, yo, Rohan y Flash. Estuvimos paseando un rato y haciéndonos fotos pero debo reconocer que cuando llego el momento me costó un poquito soltar los globos.
Ojalá allí donde esté Napo, reciba nuestros mensajes de amor.
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