viernes, 13 de mayo de 2016

ETAPAS DEL DUELO ( I ) NEGACIÓN O INCREDULIDAD

ETAPAS DEL DUELO ( I )

NEGACIÓN O INCREDULIDAD


La negación - aunque pueda parecerlo - no es un estado mental insano, sino una respuesta normal y saludable dentro del proceso de duelo.
¿Qué es?

FASE DE LA INCREDULIDAD: momento de shock que produce la noticia de la muerte. La sorpresa y el impacto de la noticia un llevan a un estado de confusión. La persona se encuentra aturdida, entumecida por el shock, incapaz de comprender el significado de su pérdida. 
Para muchos la muerte, el más allá y lo que sigue a continuación es un completo misterio, casi algo irreal, algo desconocido y que genera confusión. Es por eso que el doliente niegue lo ocurrido e incluso demande ver con sus propios ojos el cuerpo sin vida su amigo ausente. 

No será extraño oírles decir: 

- No es posible
- No puede ser
- No ha podido ocurrir
- Estaba bien la última vez que le vi

A pesar que tienen conocimiento de que su mascota se ha ido, el estado de incredulidad les permite hacer gestiones que de otro modo no podrían hacer porque estarían inmovilizados por la pena. Aunque poseen la información, no la han procesado aún. No les ha calado.

Relación proporcional directa

Digamos que ante una noticia de tanta importancia y tan devastadora, el cerebro entra en modo supervivencia para protegernos de un dolor que no somos capaces de asimilar. 

Es tanta la implicación emocional que conlleva una pérdida que la mente acciona una válvula de contención y la fase de negación actúa como una píldora de liberación retardada de la información para que el cuerpo pueda absorberla lentamente y con mayor facilidad. Esta píldora pretende ayudar a amortiguar o a dosificar los sentimientos derivados de la pérdida.

Cuanto más imprevista, inesperada y trágica sea la muerte, la confusión será más profunda y más tiempo nos llevará superarla.

La negación es incluso más difícil en el caso de las pérdidas traumáticas, por accidente por ejemplo. Que nuestra mascota estuviera bien hace un par de horas y que de repente ya no esté con nosotros es algo que nos costará aceptar.

En casos de desaparición, en el que las mascotas se pierden y no las volvemos a encontrar, el hecho de no tenemos certeza de qué ha sido de ella y sin confirmación ni pruebas de su estado puede hacer el trance más largo. Si la búsqueda no ha dado sus frutos, pueden pasar años sin tener noticias suyas y será una etapa muy difícil de cerrar. Te resultará imposible aceptar que no volverás a verlo y te aferrarás a la mínima esperanza de que al menos lo haya encontrado otra familia y esté bien.


Propósito de Esta Fase

¿No os ha pasado alguna vez haberos dado un golpe o una herida sin daros cuenta? En un principio no hay dolor, no nos damos cuenta. No es hasta pasados unos pocos segundos cuando nos invade el verdadero dolor. Es decir, acabamos pasando inevitablemente por un dolor agudo y terrible.

En el cuerpo funciona así:

"La vasoconstricción, achica el calibre de los vasos sanguíneos , inhibe los estímulos nerviosos y establece un período de impasse, un mecanismo de defensa más fugaz cuando mayor sea la herida"·



Bien, pues la psiquis funciona más o menos de la misma manera:

El cerebro a través de un mecanismo psicológico de protección, bloquea la realidad para no encarar y asimilar inmediatamente la pérdida y sus implicaciones. La psiquis se protege hasta evaluar, por si acaso fue un error, por si acaso ha entendido mal, se protege desconfiando de la realidad, entrando en una confusión para permitirnos distanciarnos de la realidad.





Estos dos procesos, el del cuerpo y el de la mente son mecanismos de defensa que tenemos los seres humanos para protegernos ante lo terrible y que nos resulta difícil de aceptar.

Desde un punto de vista científico

Científicamente, el duelo es un proceso muy desconocido. Tiene sede en una estructura cerebral, el núcleo accumbens, responsable de nuestras formas de reaccionar ante la separación radical, arraigadas en el cerebro primitivo desde hace millones de años.

Este núcleo accumbens actúa a modo de interruptor cognitivo, sentimental y emocional para desencadenar una serie de comportamientos.
"Las neuronas sensitivas que recogen el estímulo doloroso, llegan hasta la médula espinal a través del nervio y allí hacen sinapsis con otras neuronas ascendentes que llevarán la información hasta la corteza cerebral, donde el dolor se hace consciente. Sin embargo existen dos mecanismos principales de transmisión sináptica que constituyen las fuerzas que rigen en los circuitos neuronales:

  • transmisión excitadora: aquella que incrementa la posibilidad de producir un potencial de acción;
  • transmisión inhibidora: aquella que reduce la posibilidad de producir un potencial de acción"



Los receptores de dolor y su recorrido nervioso difieren según las distintas partes del cuerpo. Es por eso por lo que varía la sensación de dolor con el tipo y localización del daño. Por ejemplo, los receptores de la piel son muy numerosos y son capaces de transmitir información muy precisa, como la localización del daño y si el dolor era agudo o intenso (como una herida por arma blanca) o sordo y leve (presión, calor o frío). 

En el caso de las heridas emocionales el cerebro no puede identificar el origen exacto del dolor y es probable que se note en un área generalizada del cuerpo.

Duración

Esta fase, como todas las demás tiene una duración indeterminada. Puede durar horas o días. 

El duelo es un camino que hay que transitar. Hay que pasar por todas las etapas. Pero va a llegar un punto en nuestro viaje donde el camino se divida entre aceptar la realidad o continuar hacia la negación permanente. En un vano intento por evitar el dolor y la pena, podemos resistirnos a seguir adelante. Si la persona sigue negando la pérdida, se puede quedar estancada en esta fase. 


Pero la negación no resuelve la pérdida; sólo la retrasa, la posterga. La pérdida sigue ahí. Tarde o temprano tendremos que volver a conectar con la realidad de la ausencia de nuestra querida mascota. Tarde o temprano tendremos que enfrentarnos a la siguiente etapa del camino. 








Bucay, Jorge. El Camino de las Lágrimas. Grijalbo, 2010
Greene, Lorri A. y Landis, Jacquelyn, "Amigo Ausente". Madrid, Ateles Editores y KNS ediciones S.C. , 2009.
Kowalsky, Gary, "Goodbye Fiend". California, New World Library, 1997.
Anderson, Allen & Linda, "Saying goodbye to your angel animals". California, New World Libarary, 2005
Asociación Post Polio Litaff A.C

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