miércoles, 18 de noviembre de 2015

CARTA DE LA SEMANA: Ale y Lupi

ALE Y LUPI


Ale compartió con nosotros la historia de su querido perrito Lupi: 



"La verdad q la recuerdo como si fuera ayer...
En 2012 me fui a vivir con mi pareja (yo tenia 18 años,él 25) y entre las clases y el trabajo no me quedaba mucho tiempo libre pero desde que tengo uso de razón mi pasión son los perros..así que aunque no tuviera mucho tiempo quería uno.En casa de mis padres tenia a Laila una yorkshire muy cascarrabias que decidimos que se quedara con mi madre ya que para ella es un pilar de compañía.

Ese verano fuimos a Cádiz y vimos un chiguagua por la playa...me encanto! No era el típico ojos saltones, era diferente.... Así que a la vuelta me puse manos a la obra y no pare hasta en septiembre encontrar en una tienda de animales un pequeñito ratón color beige precioso con más orejas que cabeza. Ese era. Era mi príncipe. Lo compre en una tienda de animales... Algo que no me gusta nada! Pero me lo financiaron, y lo compré.

Mi pareja me iba a matar así que para que no me regañara, al llegar a casa lo metí en una caja de cartón grande y tape la caja con una manta roja. Cuando él llego de trabajar le comente que tenia un regalo para él, que siguiera las indicaciones. En la puerta había una nota que decía:
 "Si quieres algo lucha, y tu me has enseñado a luchar". 

Él pensaba que yo habría comprado una TV grande para nuestro salón ya que teníamos una enana..jajaja!. Cuando abrió la puerta ilusionado perdido me decía: "Es la tele? Es la tele?" Iluso de él. La caja se movió un poco y sus palabras fueron... "Te mato. Por dios! que pequeño es."

Y ahí estaba Lupi: mi pequeño gañan de 520 gramos.... Desde ese día se creo un vínculo precioso eramos inseparables... Nos acompañaba a todos lados...al cine escondido en el bolso incluso a donde fuera!!
En el paseo marítimo (6/8/2014)
En 2013 por problemas económicos de mi pareja nos toco volver a casa de nuestras familias ...y aunque me costo mucho convencer a mis padres,mi príncipe se venia conmigo...siempre junto a mi.

En verano de 2014 organizamos las vacaciones del 1 al 9 de agosto en Torrevieja con mi pareja, su hermana y sus 3 sobrinos pequeños, y del 9 al 17 Cádiz con unos amigos que también iban con perrito. Las vacaciones en Cádiz estaban preparadas para que todo girara entorno a perros.
La cosa es que el verano se torció. El día 7 estando en Torrevieja, por la mañana estuvimos en la piscina de la casa con los peques jugando y como no Lupi correteando por ahí. Al medio día bajamos a la playa y al volver note a Lupi raro: no quería jugar y mi pareja me decía que estaría cansado. Pero yo le notaba algo más así que como siempre que viajo con perros busco un veterinario cercano para lo que sea, lo llevamos para quedarnos a gusto ya que en dos días hacíamos Torrevieja-Cádiz.
En el primer veterinario me decían que le notaban problemas de respiración y nos recomendaban hacer una radiografía ... Mi pareja pensaba que nos querían sacar el dinero, pero yo notaba a Lupi raro y sobre las 16:00 nos bajamos a Alicante pueblo a que le realizaran unas radiografías. Me dijeron que le iban a hacer unos análisis y que se quedara allí unas horas. Ya llorando me fui a casa dejándolo allí. Algo no iba bien...llame rápidamente a una amiga que es veterinaria y le conté todo ,me pidió el numero de teléfono del veterinario de Alicante. Habló con ellos y me llamó.

Lupi había empeorando estaba empezando a sufrir una especie de parálisis en las patas y no sabían decirme la causa, solo que creían que era por causa de un desprendimiento de un liquido del cráneo. Me comento que ella conocía a un buen neurólogo pero en Madrid ,sin pensarlo hicimos las maletas y fuimos a recoger a Lupi. Nuestra única preocupación era llegar a Madrid pronto y que le viera un especialista. Adiós verano, todo me daba igual. Avisamos a mis padres: volvíamos a casa y con malas noticias.

Cuando llegue a por él le encontré con parálisis en las 4 patas y una sonda puesta. No entendía nada. Tenia que ser una pesadilla. Si yo solo le veía triste unas horas antes. Por el camino a Madrid mi pareja y yo íbamos con la mentalidad de que nos tocaría operar al perro y de que seguro que en cuanto volviera a casa se pondría bien. Que seria el estrés de las vacaciones. Las patas se le relajaron y yo iba todo el camino hablándole y con mi mano sobre su lomo notando su respiración.

A unos 40 minutos del hospital veterinario Vetsia que era el que nos esperaba para atender a Lupi de urgencia note que su corazón se paro y con él mi mundo. Avise a mi pareja y reaccionó rápidamente llamando a mi amiga mientras aceleraba con las luces de emergencia dadas. Ella me explicó como hacerle la RCP a Lupi. No sé ni como fui capaz, solo la escuchaba y rezaba, y Lupi no tardo en moverse nuevamente. Era una pesadilla y los dos estábamos muy nerviosos. Nos quedaba aún camino. Yo solo quería llegar ya por dios. Mi amiga llamo a los veterinarios de urgencia para que me esperaran en la calle y no perder ni un minuto. Pero de nada sirvió. A unos 15 km de Madrid note cómo Lupi volvió a dejar de respirar. Esta vez note que se había hecho caca encima mía y su lengua colgaba. Pese a que mi pareja insistió en volver a reanimarle, yo , que estudié la rama de sanidad, sabia que no había nada que hacer. Llegamos a toda velocidad y efectivamente teníamos a dos veterinarios esperando en la puerta. Corriendo les entregué a Lupi y me tire al suelo. Lo siguiente que recuerdo es a mi pareja encima mía levantándome las piernas hacia arriba y tirándome agua en la cara. No tardó mucho en salir la veterinaria y decirnos que no habían podido hacer nada. Lupino ya había llegado muerto allí.
Lupi
No le deseo a nadie ese vacío en el corazón, esa sensación de dolor en el pecho, esas ganas de desaparecer con él. Deseando que todo fuera una pesadilla Nadie sabía decirme que había pasado, todo suposiciones o pagar un dineral por una autopsia que a lo mejor no aclaraba nada. ¿Pero que había pasado? Si Lupi había estado por la mañana jugando en la piscina!!!!!!!!


Lupito se había ido de mi lado el día 8 de agosto ,el mismo día que mi abuelo 10 años antes...

Me dejaron quedarme con él a solas 2 horas largas...Despidiéndome de él, pensando por qué, por qué y por qué....... Y nada. Quería morirme.

Mis padres insistieron y el día 11 nos bajamos a Cádiz con nuestros amigos y su perro que estaban allí desde el día 9. Fue una tortura.Había perros en todos lados y yo no quería hacer nada. Sólo me sentía bien llorando y viendo Veterinario al rescate porque me encanta ese programa. Al volver de la playa me fui a casa de mi pareja porque estar en mi casa era insoportable. Empecé a comer mal, no tenia hambre. No hacia mas que tener pesadillas y llorar. Y aunque lo aplace todo lo que pude me toco volver al trabajo y allí mi segunda familia me apoyo muchísimo.

A finales de septiembre fui a ver a mi amiga la veterinaria que me había llevado todo el papeleo de dar de baja el chip y demás. Y allí estaba Lola! La última cachorra de la camada de su perrita... Yo ni me lo planteaba pero mi amiga me la ofreció... Y no la quise aunque ella no hacia nada mas que correr detrás mía y morderme las zapatillas....
Supongo que mis palabras dijeron que no, pero mi cara dijo otras cosas ya que esa perrita me había hecho sonreír después de casi dos meses. Una semana más tarde, mi pareja me la trajo al trabajo. Era mía, mi nueva bebé. Nadie sustituye a nadie y la perdida de Lupi jamás la olvidaré; pero no puedo ni quiero cerrar mi corazón a los perros porque me llenan más que algunas personas y porque su amor es tan especial y único.

Gracias por escucharme.

Yo estoy segura que nuestros ángeles nos cuidan desde el cielo."
"Hay cosas que te marcan para toda la vida...
Ya tus pasos son mis pasos"





Ale lo dice muy bien, nadie sustituye a nadie. Su nueva compañera Lola le ha dado un nuevo motivo para sonreír, pero parte de su corazón aún llora la muerte de su pequeño Lupi.

Ale pasó por una pérdida muy traumática y las últimas imágenes de Lupi le afectaron mucho. Verle debilitarse, ser responsable de reanimarle y de tomar la decisión de no volver a hacerlo, de verle morir sin saber por qué, le han dejado terribles sentimientos de culpa e imágenes tristes que han hecho su duelo más largo e intenso. 

¿Os imagináis pasar por una situación así con vuestro perro? ¿Os imagináis el estrés que genera tener que ser responsables de reanimar a vuestra querida mascota? ¿Os imagináis la angustia que genera no saber la causa por la que vuestro querido compañero se desvaneciera en vuestras manos? 

¿Os imagináis pasar por la situación que pasó Ale a sus 18 años?
¿Qué le dirías a Ale para apoyarla y ofrecerle consuelo?



NOTA: Rogamos respeto por el duelo. Todo comentario inapropiado será automáticamente eliminado. 

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