jueves, 19 de noviembre de 2015

HISTORIA DE UN CONVERSO


Napoleón RoCa, Flash y Rohan RoCa

HISTORIA DE UN CONVERSO


Decía Gandhi que el entusiasmo de un converso hacia su nueva religión, es mayor que el de la persona que nació en esa fe…

Jota de RoCa y Rohan RoCa
Yo me confieso un auténtico converso en relación con el mundo de los perros, la responsabilidad de su cuidado y la capacidad de llegar considerar a nuestras mascotas como un miembro más de la familia.

Hasta hace relativamente poco tiempo no contemplaba la posibilidad de tener perro, es más me mostraba totalmente contrario a la idea. Yo tenía muchas responsabilidades y poco tiempo, no estaba dispuesto a asumir otra más y tampoco me sentía capaz de dar el cariño a un animal como el que observaba en otras personas.

Pero el cambio, o el milagro diría yo, se produjo…

Conocí a una maravillosa mujer que me conquistó por su carácter, energía, vitalidad, por como afrontaba la vida y sus dificultades. Parte importante de su vida y su tiempo lo dedicaba a la atención de su perro, un increíble macho Braco de Weimar (nuestro recordado Napoleón), según la conocía más, más me adentraba en el mundo de los perros, su cuidado, como interactúan con sus dueños, como trasmiten sentimientos, lealtad, fidelidad y, finalmente, entendí y descubrí el sentimiento que embarga al dueño de un animal de compañía en contacto con su mascota.

Me conquistó la mujer y me conquistó el perro... 

Jota de RoCa y Napoleón
Uno de los momentos más increíbles fue cuando “Napo” me aceptó como líder de la manada, seguía mis indicaciones y órdenes (que yo aplicaba según las enseñanzas de mi chica), me acompañaba, se tumbaba a mi lado, apoyaba su cabeza en mi regazo, paseaba con él, presumía de él y cuando hablaba en parques con otros dueños de perros parecía que hubiera tenido perro toda la vida. Había decidido que quería tener perro toda mi vida.

Analía y yo nos mudamos a una casa nueva, un barrio nuevo, lleno de perros y dueños comprometidos y amantes de sus mascotas, todo era genial hasta que un día….bueno ya lo sabéis, Napoleón nos dejó.

Entonces descubrí algo más, que se puede llorar por un perro, que se llora por un perro, que se debe llorar por un perro. Que no debe avergonzarnos sentir desolación por la desaparición de nuestros fieles amigos.


Paseo nocturno, Palacio Real. (02/08/15)
Es así como del corazón y de la cabeza de Analía nace el Proyecto Napoleón, su página y su blog. Buscamos ayuda material para los perros que no tienen la suerte de tener un dueño que los quiera y también escuchamos y reflexionamos junto a aquellas personas que pasaron por un trance similar al nuestro.

Hoy me siento orgulloso del mundo que he descubierto y de la mujer que me lo ha mostrado, tenemos una nueva manada con nuestros cachorros Rohan y Flash y con todo el material que hemos recogido de vuestras generosas aportaciones.

Proyecto Napoleón ha crecido y está aquí para quedarse.


Siempre vuestro,

Jota de RoCa (Juan Sierra)

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