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Napoleón era nuestro perro, un Braco de Weimar. Nació el 8 de abril de 2009.
Durante años Napoleón fue compañero incansable de aventuras, de paseos y excursiones, crítico de cine de sofá y palomitas, entrenador personal, psicólogo, oyente durante días de estudio de francés y derecho, pinche y crítico de cocina, asesor de imagen, experto en saltos y trucos y amante de las siestas boca arriba. Difrutaba acompañarnos de tiendas (sobretodo las de animales) y a ver escaparates. Su belleza era proporcional a su nobleza. Era un compañero de piso excelente, un amigo de oro y parte de pleno derecho de la familia. Era querido y admirado.
Durante años Napoleón fue compañero incansable de aventuras, de paseos y excursiones, crítico de cine de sofá y palomitas, entrenador personal, psicólogo, oyente durante días de estudio de francés y derecho, pinche y crítico de cocina, asesor de imagen, experto en saltos y trucos y amante de las siestas boca arriba. Difrutaba acompañarnos de tiendas (sobretodo las de animales) y a ver escaparates. Su belleza era proporcional a su nobleza. Era un compañero de piso excelente, un amigo de oro y parte de pleno derecho de la familia. Era querido y admirado.
El 7 de septiembre de 2015 a las 14:47 nuestros corazones se rompieron en mil pedazos.
Cuando el cirujano nos informaba que durante la operación nuestro amado perro Napoleón sufrió una parada cardiorespiratoria y no pudieron reanimarlo, el mundo entero se nos vino abajo. Un dolor agudo, intenso y desbordante nos invadió.
Cuando el cirujano nos informaba que durante la operación nuestro amado perro Napoleón sufrió una parada cardiorespiratoria y no pudieron reanimarlo, el mundo entero se nos vino abajo. Un dolor agudo, intenso y desbordante nos invadió.
Napoleón nos dejó 6 años y 129 días llenos de amor, de muchas lecciones de generosidad, paciencia, respeto, de amistad. Incluso después de su muerte Napo siguió inspirándonos y dándonos fuerzas. Siguió enseñandonos que el espíritu nunca muere, que el recuerdo hace que ese ser tan bello, especial y amado para nosotros siga vivo en nuestros corazones. También nos enseñó que nuestro amor por él era mucho más grande y fuerte de lo que imaginabamos. Que ese legado de amor sería capaz de convertirse en símbolo de solidaridad y amor hacia todos los perros y en especial a los que más ayuda necesitan.
Pero también con esta difícil situación aprendimos que la muerte es un tema tabú, nadie quiere hablar de la muerte y tampoco nos educan para afrontar un duelo. Los familiares y amigos no saben qué decir, ni qué hacer y muchos desaparecen incapaces de soportar el dolor ajeno.
La pérdida de una mascota es un dolor que no todas las personas son capaces de imaginar y comprender.
Inicialmente, como ya os contamos en el post de EL INICIO DEL PROYECTO, todo surgió cuando fuimos a donar el pienso que napo dejó a la asociación ANAA y pudimos visitar a todos perros y gatos que esperaban encontrar el calor de un hogar. Lanzamos la iniciativa de recoger material para donar en honor a napo y poco a poco dejamos que el espíritu de Napo nos guiase: el blog nació como un espacio de apoyo y contención a personas que pasan o han pasasdo por la pérdida de su fiel compañero, pero también tenemos muchos otros proyectos que os iremos contando.
Gracias Napoleón por formar parte de nuestras vidas y por enseñarnos lo que es el amor puro y verdadero. Jamás te olvidaremos.
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El 4 de septiembre a las 7:50 de la mañana, Napoleón cruzó la calle y lo atropelló una moto. Como consecuencia del accidente tenía 3 costillas rotas y la vejiga perforada. Los niveles de creatinina y urea en sangre se dispararon por lo que tuvieron que limpiar su sangre con suero y sonda. El lunes 7 de septiembre entró en quirófano para reparar su vejiga. Tenía además el bazo y otros órganos internos necrosados. A las 14:30 entró en parada cardiorespiratoria y no pudieron reanimarlo. Falleció.
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